CASA K. MIRADOR PUNTA PITE. PAPUDO
Desde su exterior, se puede apreciar la volumetría aparentemente sencilla de la casa K. Un cubo que se posa sobre el terreno para construir un mirador plano en una pronunciada pendiente. Un masivo y opaco volumen de hormigón que penetra en la tierra, sobre el cual se posa una transparente y ligera estructura de madera.
El posicionamiento del volumen en escorzo sobre el terreno como si de un barco se tratara, busca generar mediante el efecto de contracción proyectiva una escala visual de la arquitectura que fuera más medida respecto a la escala del entorno. Al mismo tiempo, este posicionamiento permitiría ampliar la suma del perímetro que se expone a las vistas del mar.
El interior, por su parte, propone una separación de las intimidades que se conectan en el espacio común. El dormitorio principal se emplaza en el piso superior de forma diagonal a la estructura generando vacíos y perspectivas singulares. Los dormitorios de los niños y de visitas se encuentran en cambio en el zócalo de hormigón inferior, más no restringidos de vistas hacia el jardín y el mar.
En ese contexto, el espacio común aparece como el espacio que vincula los distintos niveles y al mismo tiempo separa espacialmente las habitaciones. Es en este nivel, donde también se anexa el volumen que contiene el terreno en la cara trasera de la vivienda, por el cual se accede y donde se encuentra el dormitorio de servicio y una oficina.
La casa K se emplazará en el condominio Mirador Punta Pite. Para conocer sobre otros proyectos de arquitectura residencial haz click aquí.